Más Allá De La Ciencia Y De La Fantasía

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PREVISION E IMPOTENCIAS (editorial) HAY varias maneras de contestar a la pregunta: ¿hasta qué punto puede ser previsto el futuro? El hombre común, sin amplios conocimientos de los numerosos y complejos factores técnicos que condicionan cualquier previsión, tenderá a formarse una idea semifantástica del mundo del porvenir, juntándose en su mente elementos diversos, recogidos de lecturas, impresiones, recuerdos, sueños, esperanzas, películas cinematográficas, etcétera. El mundo del porvenir, para el hombre común, es un borroso e incierto conjunto de utópicas realizaciones de sus deseos personales y de mal definidas conquistas técnicas...

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A S T R O N A U T A S P A RA CASCO & ¡3 tí P<> tí ití o rO ^ S 1^3 'tí a "tí 'tí •> o t í P< o=""> s O o Q) £ tí • ->> 52 tí O O Sí CO r2 1 O *0) o p < '="" t="" í="" h-i="" tí="" rs="" si="" tí="" co="" •c2="" co=""> CO o 5» 't í erficie lunar. Características principaes de estos vehículos serán la cabina hermética, el sistema de oruga para el rodado, cuya superficie se extiende por debajo de todo el vehículo, y el motor que no necesita de atmósfera pa­ ra funcionar. Su fuerza de propulsión Í 28 provendrá de dos combustibles: agua oxigenada concentrada y petróleo. La eficacia de esta combinación es muy grande al mismo tiempo que económi­ ca. Con ello, los tractores lunares lo­ grarán alcanzar una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora, sobre terre­ no llano. Claro que no hay que olvi­ dar que sus diez toneladas terrestres se habrán reducido allí a una y media. En cuanto el primer tractor esté en condiciones de moverse, saldrá en él la primera patrulla de exploración, cu­ ya misión será encontrar una quiebra bastante grande y protegida para ins­ talar la base o campamento. Al alejar­ se el tractor, notaremos que no levanta esas nubes de polvo a las que estamos acostumbrados en la Tierra. Sin atmós­ fera para sostenerlas, las partículas son apartadas hacia el costado, de una ma­ nera análoga a la del agua surcada por la quilla de un barco. Luego de descargar todas las pro­ visiones y equipos de la nave de carga, se procederá a desmantelar el enorme cilindro central, con el objeto de cons­ truir con él un par de cabinas en don­ de albergarse. Las paredes ya están pre­ paradas con conductores de electrici­ dad, sistema de acondicionamiento de aire y caños para el agua. Seccionado a lo largo, el cilindro se transforma en dos cabinas semicilíndricas. El tabique que servía primitivamente para dividir el cilindro en dos secciones, se con­ vierte en el piso de las nuevas habita­ ciones. Todo esto insumirá tiempo. Probable­ mente, cuando la patrulla de explora­ ción regrese, habiendo encontrado la grieta donde instalar el campamento, se estará aún terminando el proceso de descarga. La grieta habrá que elegirla con bas­ tante cuidado. Deberá tener entre 20 y 30 metros de profundidad, con pa­ redes casi completamente verticales. MAS ALLA Las grúas de los tractores harán des­ cender una cuadrilla de avanzada, que, por medio de picos y pequeñas cargas explosivas, nivelará el piso y despejará la oquedad para las viviendas. Eso de volar tantos miles de kiló­ metros a través del espacio, para ir a meterse en seguida bajo tierra, resulta más bien irónico. Sin embargo, la pre­ caución se necesaria para evitar el im­ pacto de los meteoritos que puedan caer durante las seis semanas de residencia. Debido al peligro de los meteoritos, la descarga de las naves deberá reali­ zarse a toda velocidad. U n impacto en los explosivos puede producir resulta­ dos desastrosos. Claro que siempre se­ rá de temer un meteorito que caiga sobre la pista de aterrizaje y destruya los tres vehículos, que no tienen