¿tenemos Suficiente Inteligencia Para Entender La Inteligencia De Los Animales?


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Índice Portada Dedicatoria Agradecimientos Prólogo 1. Pozos mágicos 2. Un cuento de dos escuelas 3. Ondas cognitivas 4. Háblame 5. La medida de todas las cosas 6. Habilidades sociales 7. El tiempo lo dirá 8. De espejos y frascos 9. Evolución cognitiva Apéndices Glosario Bibliografía Notas Créditos Para Catherine, con quien fui lo bastante inteligente para casarme AGRADECIMIENTOS Mi interés en la cognición como producto de la evolución me ha marcado como etólogo. Estoy agradecido a todos los etólogos neerlandeses que me influyeron al principio de mi carrera. Comencé mis estudios de graduación en la Universidad de Groninga, en los Países Bajos, bajo la tutela de Gerard Baerends, que fue el primer discípulo de Niko Tinbergen. Luego escribí mi tesis doctoral sobre el comportamiento de los primates en la Universidad de Utrecht con Jan van Hooff como director. Mi exposición a la psicología comparativa, el otro enfoque del comportamiento animal, se produjo principalmente después de cruzar el Atlántico. Pero las influencias de ambas escuelas han sido cruciales para construir el nuevo campo de la evolución cognitiva. Este libro relata mi propia trayectoria e implicación en este campo mientras se desplazó gradualmente hasta la vanguardia del estudio del comportamiento animal. Estoy agradecido a las muchas personas que me han acompañado en este viaje, desde colegas y colaboradores hasta estudiantes y becarios. Sólo mencionaré a los de los últimos años: Sarah Brosnan, Kimberly Burke, Sarah Calcutt, Matthew Campbell, Devyn Carter, Zanna Clay, Marietta Danforth, Tim Eppley, Pier Francesco Ferrari, Katie Hall, Yuko Hattori, Victoria Horner, Joshua Plotnik, Stephanie Preston, Darby Proctor, Teresa Romero, Malini Suchak, Julia Watzek, Christine Webb y Andrew Whiten. Estoy agradecido al Yerkes National Primate Research Center y a la Universidad de Emory por la oportunidad de llevar a cabo nuestros estudios, y a los muchos primates que han participado y se han convertido en parte de mi vida. Inicialmente, este libro quería ser una revisión relativamente corta de los últimos hallazgos acerca de la cognición primate, pero pronto creció en alcance y volumen hasta convertirse en lo que es ahora. La revisión es incompleta, pero mi principal objetivo es transmitir el entusiasmo por la evolución cognitiva e ilustrar cómo se ha convertido en una ciencia respetable basada en observaciones y experimentos rigurosos. Dado que el libro cubre tantos aspectos y especies diferentes, he pedido a diversos colegas que lean partes del mismo. Por su inestimable interacción mutua doy las gracias a: Michael Beran, Gregory Berns, Redouan Bshary, Zanna Clay, Harold Gouzoules, Russell Gray, Roger Hanlon, Robert Hampton, Vincent Janik, Karline Janmaat, Gema Martin-Ordas, Gerald Massey, Jennifer Mather, Tetsuro Matsuzawa, Caitlin O’Connell, Irene Pepperberg, Susan Perry, Joshua Plotnik y Malini Suchak. También doy las gracias a mi agente Michelle Tessler por su apoyo continuado, y a mi editor en Norton, John Glusman, por su lectura crítica del manuscrito. Como siempre, mi mujer y fan número uno, Catherine, ha leído mi producción diaria con entusiasmo y me ha ayudado estilísticamente. Le doy las gracias por todo el amor que me ha dado en mi vida. Prólogo La diferencia mental entre el hombre y los animales superiores, aun siendo grande, ciertamente es de escala y no de tipo. Charles Darwin1 Una mañana de principios de noviembre, cuando los días se iban haciendo más fríos, observé que Franje, una hembra de chimpancé, estaba recogiendo toda la paja de su dormitorio. Luego se la llevó bajo el brazo, fuera de la amplia isla del zoo de Arnhem, en los Países Bajos. Su comportamiento me sorprendió. En primer lugar, Franje nunca había hecho eso antes, ni habíamos observado a otros chimpancés llevándose la paja. En segundo lugar, si el objetivo de F