Tener Que Dejarte

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Tener que dejarte Tener que dejarte Editorial Capitán San Luis Tener que dejarte Néstor Martínez de Santelices NO CÍRCULANTE « ^ -: ' ' PROCEDE' FECHA U U --<> A ••• Edición: Dolores Blanco Arrastia / Redacción: Zenaida Cáceres / Cubierta y diseño: Miriam González Giménez / Ilustraciones; Sandra González (g) Herederos de Néstor Martínez de Santelices Sánchez, 1990 (c) Sobre la presente edición: Editorial Capitán San Luis, 1990 Editorial Capitán San Luis, Avenida 41 No. 1410 entre 14 y 18, Playa, Ciudad de La Habana 4 ... Porque el revolucionario pone algo por encima de todas las demás cuestiones; el revolucionario pone algo por encima aun de su propio espíritu creador: pone la Revolución por encima de todo lo demás y el artista más revolucionario sería aquel que estuviera dispuesto a sacrificar hasta su propia vocación artística por la Revolución. FIDEL CASTRO 5 A MANERA DE PROLOGO Pocos días después de haber llegado a la República Popular de Angola, Néstor Martínez de Santelices, escribía: "Llegará el día en que la palabra guerra aparezca en el diccionario y su significado sea: antigua y olvidada inclinación de los hombres a destruirse unos a otros." Pensaba que sólo los enfermos sentían placer por la guerra, pero que la suya, la nuestra, era una época en que las guerras son necesarias para alcanzar, frente a los encarnizados defensores de la filosofía del despojo, la libertad y la paz, la independencia y la dignidad que aseguren definitivamente no sólo el desarrollo de los pueblos y naciones, sino Id afirmación plena del hombre. Genuino producto de nuestra Revolución, Néstor Martínez de Santelices (después de un activo proceso de desarrollo y superación, como otros jóvenes de su tiempo), se incorpora en 1981 a la Dirección de Operaciones Especiales del Ministerio del Interior como nadador de combate. Hijo mayor de un hogar de tres hermanos, había mostrado desde su más temprana edad singulares calidades. De carácter comunicativo, su más precioso don fue siempre la ternura, la capacidad de amar, de darse a quienes lo rodeaban, y su entereza revolucionaria. Deportista nato, jugaba cancha, practicaba esgrima, gustaba del buceo, fue polista y perteneció al equipo nacional de vela. Pero, además, fue un ser de arraigudo temperamento artístico, una criatura formada para la expresión de los' valores espirituales, estéticos. Tocaba la guitarra. Componía canciones. Y en un momento determinado, como buen lector que era, descubrió el mundo de la literatura, y el hecho constituyó para él como un deslumbramiento. Jamás podremos olvidar sus largas conversaciones con nosotros, en los Encuentros de Talleres Literarios, en la editorial y otras partes. Su sed de conocimientos, de perfeccionamiento técnico, de dominio estilístico, unido o una gran capacidad para detectar la esencia de los fenómenos del hecho literario, lo hacían un exponente 6 brillante del quehacer creativo de Ids Talleres Literarios del Ministerio del Interior Pensamos que algunos de sus cuentos pueden ser seleccionados en cualquier antología de la joven narrativa cubana. "El hada-niña", sin duda, es una muestra de su sensibilidad para el cultivo de la literatura infantil. Igualmente, las piezas "La jirafita y el Sol" y "La canal". El relato "El curandero" nos¡ reveló su creciente dominio en el género policial, del que tenía criterios muy personales y arraigados, pues buscaba la veracidad, lo convincente, y rechazaba la literatura que tuviera "tufo a invento", es decir, la escritura no genuina, no nacida de la vida, aquella que brota de invernaderos artificiales. Al escribir, utilizaba el diálogo bien trabado, sin rigideces que alejen al lector. El humor y la ironía formaban parte de su visión del mundo, como armas desalienantes, como brotes de su fe en que la so